Los componentes sonoros de la electrónica suelen basarse en la tecnología piezoeléctrica. El componente central es un elemento piezocerámico acoplado a un diafragma metálico. Cuando se aplica una tensión alterna, el material se deforma rítmicamente y genera una señal acústica por vibración. La frecuencia sonora generada depende de la geometría y el material del disco de flexión.

Se distingue entre componentes activos y pasivos: Los modelos activos contienen una unidad de control integrada, mientras que los pasivos requieren señales externas. Los métodos de montaje, como el soporte nodal o el borde pinzado, influyen en la potencia acústica y el campo de aplicación. Gracias a estos diseños, los componentes acústicos pueden integrarse eficazmente en sistemas industriales, de seguridad y portátiles.