Las bobinas de aire son componentes eléctricos formados por una bobina y un núcleo. Se utilizan para generar o recibir campos magnéticos.
El funcionamiento de una bobina de aire se basa en los principios físicos del campo electromagnético y la inducción. Cuando una corriente eléctrica circula por la bobina, genera un campo magnético a su alrededor. Cuanto más intensa sea la corriente, más intenso será el campo magnético generado.
El campo magnético puede utilizarse para atraer o repeler otros materiales magnéticos. Para ello, se suele insertar un núcleo magnético en la bobina. El núcleo amplifica el campo magnético y puede utilizarse, por ejemplo, en transformadores o electroimanes.
A la inversa, una bobina con núcleo de aire también puede servir como receptor de campos magnéticos. Cuando un campo magnético penetra en la bobina, induce una tensión eléctrica en ella. Esta tensión puede utilizarse para generar corriente o para medir el campo magnético.
El modo de funcionamiento de las bobinas de aire se basa, por tanto, en las interacciones entre corrientes eléctricas y campos magnéticos, tal y como describen las ecuaciones de Maxwell. Ajustando los parámetros de la bobina, como el número de devanados, el diámetro y la longitud de la bobina, se puede influir en el campo magnético para satisfacer la aplicación deseada.