La elección del material del bobinado influye decisivamente en el rendimiento de los dispositivos eléctricos, sobre todo en términos de eficacia, fiabilidad y vida útil. El cobre proporciona una transferencia más eficaz de la energía eléctrica debido a su mayor conductividad eléctrica, lo que se traduce en una menor pérdida de energía en forma de calor. Esto mejora la eficacia del dispositivo y puede alargar su vida útil, ya que los componentes se calientan menos. El aluminio es más ligero y barato que el cobre, pero tiene menor conductividad, lo que puede provocar mayores pérdidas. La elección del material también influye en el tamaño y el peso del dispositivo, ya que se necesitan bobinados de aluminio más grandes para una conductividad equivalente. Además, la resistencia mecánica y térmica del material del bobinado influye en la temperatura máxima de funcionamiento y en la resistencia a las tensiones físicas. Así pues, la elección del material es un factor crítico que influye directamente en el rendimiento, el coste y el dimensionamiento de los dispositivos eléctricos.