Los conductos de protección son tubos flexibles de diversos materiales, como plástico, metal o caucho, que se utilizan para proteger cables, conductos y mangueras de daños mecánicos, influencias ambientales y sustancias químicas. Se utilizan en diversos sectores industriales, como la construcción de maquinaria e instalaciones, la industria del automóvil, la ingeniería eléctrica y la industria aeroespacial. Los conductos de protección ayudan a prolongar la vida útil de los elementos protegidos y aumentan la seguridad en los entornos de producción. Están disponibles en diferentes tamaños, colores y con propiedades específicas como resistencia a los rayos UV, flexibilidad y resistencia al calor. Mediante el uso de manguitos de protección, las empresas pueden reducir los tiempos de inactividad y disminuir los costes de mantenimiento.