Los transistores constan de un material semiconductor en su núcleo, generalmente silicio, que se divide en tres zonas: colector, base y emisor. En la industria electrónica, se utilizan para conmutar o amplificar señales eléctricas. Los transistores IGBT, como los que ofrece Bourns, combinan la tecnología de puerta MOS con la conductividad bipolar. Esta estructura permite altas velocidades de conmutación, baja disipación de potencia y un sólido rendimiento térmico.
Gracias a la moderna tecnología de parada de campo con puerta en zanja, se optimiza el comportamiento dinámico de los transistores. Esto reduce la tensión de saturación colector-emisor (VCE(sat)), lo que se traduce en una mayor eficiencia energética y menores pérdidas de conmutación.